El deseo de toda mujer de Chopard es un "Eau de Parfum" para mujeres, con una familia floral oriental. Es un perfume con una gran personalidad, lleno de matices únicos, que nos transporta a un mundo de lujo, sofisticación y exquisitez, requisitos que satisfacen perfectamente su sello de prejuicios: Chopard. Esta fragancia fue creada en 1999 por la perfumista Nathalie Lorson. Se inspiró en una mujer única y poco convencional, una dama que sabe apreciar el lujo y el buen gusto y quiere completar su atuendo con una joya de perfumería, un diamante azul, lleno de sentimientos, cautivador y exclusivo, justo como las exclusivas joyas creadas por la marca, piezas auténticas y únicas para coleccionistas en su sector. Su estela particular comienza con notas tan inusuales como madreselva, fresia, coco, grosella espinosa, pera y grosella negra, notas dulces afrutadas con una intensidad envidiable. Su corazón está enriquecido con miel, violeta, orquídea y leche, entre los puntos destacados. Para terminar encontramos un hermoso contraste entre vainilla, caramelo e incienso, notas dulces y aromáticas, fusionadas a la perfección. Lejos de las grandes multitudes. Chopard quiso mantener esta creación alejada de la multitud y cuidar su exclusividad, por eso, a pesar de ser un perfume magnífico, no es una creación extremadamente conocida. Una botella con historia. Muchos de nosotros podríamos pensar que la forma de su frasco se debe a la relación de Chopard con las joyas refinadas. Pues bien, nos equivocamos al respecto. Está ligado a una leyenda que explica cómo los fragmentos de estrellas aterrizaron en la tierra y, al caer, se convirtieron en piedras preciosas, por eso tiene la forma de un diamante y su color azul simboliza el color del cielo.
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El deseo de toda mujer de Chopard es un "Eau de Parfum" para mujeres, con una familia floral oriental. Es un perfume con una gran personalidad, lleno de matices únicos, que nos transporta a un mundo de lujo, sofisticación y exquisitez, requisitos que satisfacen perfectamente su sello de prejuicios: Chopard. Esta fragancia fue creada en 1999 por la perfumista Nathalie Lorson. Se inspiró en una mujer única y poco convencional, una dama que sabe apreciar el lujo y el buen gusto y quiere completar su atuendo con una joya de perfumería, un diamante azul, lleno de sentimientos, cautivador y exclusivo, justo como las exclusivas joyas creadas por la marca, piezas auténticas y únicas para coleccionistas en su sector. Su estela particular comienza con notas tan inusuales como madreselva, fresia, coco, grosella espinosa, pera y grosella negra, notas dulces afrutadas con una intensidad envidiable. Su corazón está enriquecido con miel, violeta, orquídea y leche, entre los puntos destacados. Para terminar encontramos un hermoso contraste entre vainilla, caramelo e incienso, notas dulces y aromáticas, fusionadas a la perfección. Lejos de las grandes multitudes. Chopard quiso mantener esta creación alejada de la multitud y cuidar su exclusividad, por eso, a pesar de ser un perfume magnífico, no es una creación extremadamente conocida. Una botella con historia. Muchos de nosotros podríamos pensar que la forma de su frasco se debe a la relación de Chopard con las joyas refinadas. Pues bien, nos equivocamos al respecto. Está ligado a una leyenda que explica cómo los fragmentos de estrellas aterrizaron en la tierra y, al caer, se convirtieron en piedras preciosas, por eso tiene la forma de un diamante y su color azul simboliza el color del cielo.
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